logo-convenient_coworking
logo la tribu de coco

La libertad, hoy

10 · 12 · 22

Cuando tengo conversaciones con amig@s, hablamos de deportes, cines, parejas y diversos temas de actualidad; sí, siempre sale el tema medio político: eres liberal o conservador? Supongo que es lo mas normal con todo lo que está pasando hoy en día y lo cierto es que siempre salen este tipo de conversaciones que solo consiguen la discordia entre los participantes.

Aun así, por supuesto, yo les contesto. Y lo hago con otra pregunta ¿de los de antes o de los de ahora? Esbozan una sonrisa; no quieren entrar al trapo pero saben perfectamente a qué me refiero. ¿Miedo? ¿Verguenza tal vez? ¿O incluso complicidad?

No voy a hablar de política, no serviría de nada (al menos de nada útil), pero sí voy a hablar de personas, de pensamientos, de ideas y, en definitiva, de formas de ser.
Y es que decir libertad suena bonito, ¿cierto? Se usa un montón, cada uno a su manera, eso sí, y siempre la queremos para nosotros pero sólo de vez en cuando para los demás, ¿verdad? Me jacto de ir contracorriente en este aspecto, pues para mí la libertad es algo que todos debemos tener, siempre que no vulnere la libertad de otros, pero parece que el concepto no es el mismo para todo el mundo. Me gustaría hacer de ésto algo sencillo, pero viendo lo global y genérico de su significado, no creo que pueda.

Por tanto, voy a dar mi opinón. La libertad de la que yo hablo es la libertad personal, la del cumplir con las obligaciones de manera voluntaria, la de hacer y pensar como uno quiera siempre que no perjudique a los demás. Creo que se me entiende, ¿no?. Pero la libertad es mucho más que eso. Hablo también de la libertad moral, que me permite librarme del subyugo de las nuevas tendencias, de las modas políticas, del populismo y demás buenismos sin sentido. Hablo, a su vez, de la libertad de pensamiento, palabra y decisión (siempre, siempre que no perjudique a otros, voy a repetirlo para que quede claro).

Supongo que suena algo básico, no lo niego, y eso que lo estudié en Derecho, pero es que no pasé del segundo año (no iba conmigo) y no tengo tengo más estudios de Filosofía que los propios del instituto y las asignaturas propias de la carrera; hasta ahí llego, hasta donde la lógica me deja y hasta donde la moral y mis valores me permiten.
Pues con esta misma ignorancia, a la que acompaño con mucho sentido común, me atrevo a decir que lo que tenemos hoy en día está cada vez más alejado de la libertad (y de la verdad, pero ya hablaré de ello en otro momento).

A lo mejor soy un ignorante, tal vez un idealista o puede que solo demasiado objetivo, pero esta pseudo-libertad no va conmigo. No me gustan ciertas imitaciones, especialmente cuando son impuestas. Llamadme loco, tonto, ignorante o el adjetivo que más os guste, pero son ideas a respetar, algo muy difícil hoy en día, lamentablemente.

Vamos a hacer una pregunta que, a mi parecer, es bastante obvia: ¿No es la libertad algo que debe favorecer el interés propio pero que nunca debe estar por encima del bien general / común? Pues hoy es JUSTO AL REVÉS. Cohíben nuestras libertades mermando nuestras posibilidades y poniendo trabas. Nos ponen dificultades y eliminan nuestros derechos más básicos. Y lo hacen a través de manipulación mediática, injusticias sociales, decretos-leyes, nuevas normas a cumplir solo por unos pocos, impuestos, desigualdades, etc.

Noooo, lo puede parecer , pero NO Hablo de política; hablo de nuestra vidas: no son mejores que hace 10 años y se supone que deberíamos mejorar, progresar, evolucionar. No lo siento así. Y no es culpa de nadie más que de nosotros mismos, quienes lo permitimos e incluso somos partícipes en muchos casos.
¿No veis que el eogísmo está actualmente por encima de la razón? También del altruismo, de la bondad, de la libertad. ¿Este mundo queréis? ¿Ésta es la vida que buscáis? ¿Ésta huella queréis dejar?

Yo sigo queriendo libertad, poder seguir mi propio camino y tratar de optar por lo que sea mejor para mí y quienes me rodean-

Os voy a hablar un poquito de mi caso en particular: tengo las mejores ideas cuando estoy libre de ataduras. Incluso libre de horarios, de trabajo. Cuando tengo tiempo libre, así generalizando, me encuentro genial (y no me refiero a no trabajar, sino a estar libre también de espíritu, tener la conciencia tranquila y así tengo la mente libre también para saber mis objetivos, analizar mi comportamiento, ver hacia donde me dirijo y, en definitiva, elegir lo que quiero ser, como quiero vivir y adonde quiero llegar. Lo que viene a ser, en términos básicos, tratar de sentirme realizado.

Pues bien, creo que no nos sentimos así. Creo que es justo lo que está pasando hoy en día. Nos mantienen ocupad@s con minucias sobre las que debatimos sin llegar a ningún puerto. Así, no tenemos tiempo para pensar en lo verdaderamente importante y, con ello, ya se empieza a limitar nuestra libertad de pensamiento y la capacidad de decisión; nuestra mente, ocupada en cosas inútiles, nos impide tener ideas, pensar con claridad, encontrar soluciones y, una vez más, eso nos lleva a las limitaciones e, incluso, al control por parte de los más interesados en que ésto sea así.

Me está dando la impresión, mientras escribo, que no queremos libertad; parece que estamos empeñados en ser esclavos de unos pocos, de los de arriba, de otros, quienes sean. Por inexplicable que pueda parecer, no lo es tanto, pues recordemos que, entre otros muchos ejemplos, existe el síndrome de Estocolmo , en el que uno se vuelve dependiente, atado y adicto al control y daño de otro ser al que hemos convertido en superior o controlador-jefe de nuestra mente, nuestra voluntad e incluso nuestra personalidad. Dadle una vuelta a ésto.

Al mismo tiempo, me cuestiono yo: ¿Puede ser que no sepamos ser libres? ¿Necesitamos que nos manejen? ¿Acaso no queremos ser libres? ¿Por qué nos dejamos dominar/controlar/limitar? Son nuestros derechos inherentes, nada de derechos adquiridos, nos los hemos ganado, nos los merecemos, es lo justo y tenemos que luchar por ellos ante quien ose ponerlos en peligro: una pareja, un amig@, un familiar, un polític@, un jefe…no importa cuál sea la figura que nos someta, tenemos que zafarnos y volver a ser nosotros mismos, libres.

Puestos a hablar de los derechos fundamentales, La Libertad es uno de ellos (siempre con las restricciones lógicas que hemos comentado líneas arriba). Nadie debería intentar siquiera, y menos todavía estar capacitado, para arrebatarnos algo así.

Sé que estoy sacudiendo enormemente vuestras cabezas, e incluso puede que reabriendo algunas heridas pero: ¿acaso no digo la verdad? Pensadlo bien, y haced algo.

Vuelvo ahora con la pregunta que más repito en mis textos: ¿Qué piensas hacer?

Lo único que no puedes elegir en esta vida es «tener que elegir». «No elegir» también es una opción. Sólo tú puedes elegir.
Yo elijo ser libre y, por supuesto, tú eres libre de decir lo que quieras en los comentarios a este texto, como siempre.

Libres, siempre libres. Tod@s.

COMENTARIOS

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *